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jueves, 6 de marzo de 2014

¿Qué es una barricada?





barricada.

(Del fr. barricade o del it. barricata).

1. f. Especie de parapeto que se hace, ya con barricas, ya con carruajes volcados, tablas, palos, piedras del pavimento, etc., usado para estorbar el paso al enemigo, más frecuentemente en las revueltas populares que en el arte militar.
(Diccionario de la Real Lengua Española)


Según Wikipedia, su empleo se remonta a 1588 en París, en el llamado Día de las Barricadas, una revuelta popular contra el Rey Enrique III quien, sintiéndose amenazado, había hecho traer varios regimientos de guardias suizos y franceses, violando así un antiguo privilegio de París que prohibía el alojamiento de tropas extranjeras en la ciudad.

Hoy se erigen barricadas en diversas ciudades de Venezuela, como parte de una protesta masiva contra la incapacidad del gobierno de dar respuesta a los problemas más básicos de la población: seguridad ciudadana, abastecimiento de productos básicos, oportunidades de empleo, control de la corrupción administrativa, protección del valor de la moneda nacional, etc. etc. etc. 

La barricada es el acto final de resistencia que le queda a un pueblo civil ante el abuso de las fuerzas del Estado, fuerzas que existen en un primer lugar para proteger al pueblo y no para someterlo.   Es un "hasta aquí llegas" y un "no me la calo más", cuando todas las demás vías de protesta se han agotado porque quien ejerce el poder es sordo al clamor de un pueblo que sufre.

Está claro que son inconvenientes para la vida de la ciudad.  Está claro que afectan tanto a quienes las construyen y mantienen como a todos los demás usuarios de la vía pública.  En cierto sentido, ellas se parecen a la rabieta desesperada de quien dice "no respiro" en señal de protesta.  Y a todas luces, desde el calor de la calle y desde lejos, es aparente que en ellas no hay mayor liderazgo que el estrictamente necesario para trancar una calle y movilizar escombros.  Sin duda, son una manifestación extrema de la frustración de un pueblo desesperado que ya no está dispuesto a seguir aguantando más una muerte lenta.

Es fácil criticarlas.  Luis Vicente León presenta un análisis contundente en su artículo del 6 de marzo (http://prodavinci.com/2014/03/06/actualidad/las-guarimbas-y-el-barranco-por-luis-vicente-leon/), el cual concluye fulminantemente: "Nada puede ser exitoso sin planificación, sin objetivos concretos y sin liderazgos claros."

Pero si nos damos cuenta de lo que ha venido pasando en el país por ya más de 15 años, si tomamos consciencia de la manera sistemática en que un grupo que inicialmente llegó al poder a través de elecciones ha ido  erosionando y maniatando todas y cada una de las instituciones democráticas del país (incluyendo la muy fundamental existencia de una prensa libre), con el fin de imponer un sistema político y económico incoherente, corrupto e incapaz de dar respuesta a las necesidades más básicas de la gente, entonces quizás podamos entender el sentimiento de quienes lo dejan todo y se van a las barricadas. Y quizás podamos también entender el poder crudo que existe en ellas.

La esperanza de un futuro mejor para el país depende hoy de nuestra capacidad de decir "ya basta!" y "hasta aquí llegaste!" a un gobierno que hace tiempo dejó de pensar en el bienestar del pueblo. Y necesitamos canalizar nuestro grito de manera efectiva para generar un cambio.

Para ello, sobre ese "ya basta!" debe erigirse un liderazgo diferente, que sea capaz de ofrecerle al país una nueva dirección y objetivos concretos.  Será un liderazgo que entienda y sepa expresarle al país que la situación actual es mortal, una afrenta contra todo lo que es bueno, y que la dirección que lleva el régimen sólo conduce a la miseria y la ruina nacional y es cada día más y más difícil de revertir.

Desde las barricadas, sentimos que si no logramos dirigir esta gravísima coyuntura que hoy enfrentamos hacia una salida democrática, el país tiene por delante muchos años de oscuridad.





Fotos: Dayan Martínez

miércoles, 5 de marzo de 2014

Humor venezolano?

Debido a la situación política que vive hoy en día mi país y gracias a que los medios de comunicación están siendo censurados, me he convertido en una adicta a las famosas redes sociales.  Ahora soy una "rompe grupo" más, de esas que tantas veces critiqué, esa perfecta autista dependiente del teléfono móvil que cada 5 minutos revisa su cuenta de Twitter o de Facebook.   

Desesperada por saber lo que sucede con las protestas estudiantiles, los últimos comunicados de los dirigentes políticos, las indicaciones para las próximas marchas y concentraciones,  o incluso hasta el estado del tráfico para poder movilizarme con seguridad por mi ciudad, abro mi celular y comienzo a leer ansiosa.  Un par de segundos más tarde comienzan mis sonrisas tímidas, sonrisas tímidas que terminan casi siempre en carcajadas dos o tres "post" mas tarde.  

Para nadie es un secreto que el buen sentido del humor venezolano es una de nuestras armas más poderosas para mantener el optimismo.  Ese que nos acompaña siempre y que hace que veamos las cosas desde "otra óptica".  Ese que nos permite hacer más llevadera tanta amargura y tantas vicisitudes por las que hemos pasado los últimos años.  Y es que no podemos negar que las colas del supermercado se hacen más cortas entre chiste y chiste, las carpetas de CADIVI son más fáciles de llenar si estamos de juerga en la oficina y hasta las guarimbas y barricadas son mucho más placenteras y divertidas si armamos nuestra "playita urbana".  Las pancartas sin duda son el mejor ejemplo  de la chispa y la inteligencia que caracteriza a nuestra gente. 

Pues bien, hoy como todos los días y desde hace casi un mes, revisando mi cuenta de Facebook me consigo con esta imagen que me hace reflexionar. La acompañaba una pequeña leyenda que decía:  "Por qué Ucrania puede y nosotros no!"






No estoy de acuerdo con la frase que acompañaba la foto, porque no creo que el humor sea algo que determine nuestro éxito o fracaso en esta lucha; tampoco critico nuestras ocurrencias ni nuestra chispa.  Me considero embajadora de nuestro optimismo, admiro nuestro ingenio y me siento orgullosa de llevarlo en las venas.  Comparto los chistes y disfruto del humor inteligente y lo celebro siempre que puedo. 

Pero ahora me pregunto: ¿Acaso es tiempo de celebración? ¿Acaso es momento de fiesta y chiste cuando han muerto más de una decena de jóvenes, cuando ya perdimos la cuenta de los heridos, y no sabemos cuántos estudiantes presos, perseguidos políticos o desaparecidos hay? 

Tal vez mañana vean en mi perfil o en mi twitter otro póster que envíe con alguna broma o frase jocosa, pero hoy no encuentro motivos para reírme.  Hoy estoy de duelo, hoy estoy triste porque a tan sólo seis cuadras de mi casa están los estudiantes jugándose la vida por darme una mejor Venezuela.  Hoy estoy preocupada porque mi ciudad natal esta destrozada y mis coterráneos están en lucha frontal defendiendo nuestro futuro. Hoy, a tan sólo seis cuadras de mi casa se están llevando a los estudiantes heridos para socorrerlos porque fueron atacados por nuestra propia Guardia Nacional.  

Amigos, hoy no tengo chistes para compartir, hoy no soy vocera del ingenio venezolano, hoy no repito bromas como siempre lo hago.  HOY MIS REDES SOCIALES SON LA VOZ DE LA TRISTE REALIDAD QUE AHORA VIVIMOS. 






lunes, 3 de marzo de 2014

Cualquier consejo vale!

Es necesario que ayudemos a nuestros jóvenes a mantenerse en pie de lucha.  Ellos necesitan ahora de nuestro apoyo y cualquier mensaje, cualquier clip, pancarta o consigna puede llenarlos de ánimo.

Convirtamos nuestras redes sociales en voces fuertes que lleguen a los oídos de estos luchadores.  Los estudiantes necesitan saber que no están solos.




1era entrada. Necesidad de divulgar.

Desde las barricadas. Lunes 3 de marzo de 2013.

6:04 pm Balas y perdigones en el Distribuidor Altamira! Señores, vivir esto de cerca no es ligero. Los estudiantes están arriesgando su vida por un cambio. 

6:32 pm Perdigonazos en la torre Británica. La lucha sigue, la GN avanza a paso lento hacia la plaza de Altamira y los estudiantes no decaen. El pueblo está cansado pero la indignación es mayor. La determinación puede verse en los ojos de estos jóvenes que están dando todo por un futuro mejor.

6:54 pm La GN ya está casi llegando a la Av. Fco. de Miranda, protegiéndose con sus escudos, y atacando con perdigones, balas y bombas lacrimógenas. Casi no se puede respirar y los estudiantes siguen firmes. Los uniformados esperan a que caiga la noche para arremeter contra el pueblo que juraron defender. Esta ha sido una de las escenas mas tristes que he tenido que fotografiar.

Jose Rafael es uno de esos pocos que ofrecen ayuda aquí arriba en la plaza cuando llega algún joven herido o asfixiado con los gases. Los vecinos y conserje de su edificio han visto estas duras escenas por casi un mes y en varias oportunidades han abierto su puerta para albergar a algún perseguido de los infiltrados y militares. Pero son muchos los que miran con aparente indiferencia o neutralidad.

Yo estoy en contra de la violencia, y al vivir esto tan de cerca me doy cuenta de que nuestra lucha no puede cesar. Cierto! Es desagradable el dolor de cabeza y las nauseas debido al gas, es agotador pegar cuatro carreras en dos horas para que las balas no te alcancen; asusta estar tras las rejas del edificio de Rafa mientras los perdigones siguen pasando tan cerca, pero necesitamos hacer algo, necesitamos despertar! La protesta NO VIOLENTA debe seguir. No deben disminuir los esfuerzos, no podemos ser indolentes a todo lo que sufren nuestros jóvenes para que tengamos un país tranquilo.

Sin reservas, los invito a salir a la calle! A protestar pacíficamente, a marearse un poco, a pegar carreras como las que pegué yo hoy, y a esconderse de la GN cuando estos vengan a atacar! Los invito a hacer algo en las calles por Venezuela.

Hoy yo salí a fotografiar, y a hacer eco de lo que pasa en mi ciudad. Y tú, qué hiciste?